Parc de Sant Martí
Alrededor del núcleo original del Clot, formado por la parroquia de Sant Martí de Provençals y sus viejas masías agrícolas, el parque de Sant Martí ofrece seis hectáreas de verdor donde se puede pasear, hacer deporte o encontrarse a amigos y vecinos.
Hace sólo unas décadas, donde hoy se ubica el parque de San Martí, sólo había campos de cultivo de frutas y hortalizas. Se trataba de uno de los últimos reductos de la Barcelona agrícola, que vio nacer a su alrededor el barrio de la Verneda, un barrio de bloques de pisos destinados a acoger durante los años sesenta y setenta a los recién llegados a Cataluña principalmente desde otras partes de España.
Son precisamente estos vecinos y sus descendientes quienes hoy disfrutan de una zona verde privilegiada, una especie de jardín comunitario que es lugar de encuentro, paseo y descanso para todos. El triángulo irregular que dibuja el parque de Sant Martí está repleto de árboles, entre los que destacan las tipuanas, los cipreses y el gran olmo de Siberia que se refleja en las aguas del lago donde nadan algunos patos. Muy cerca, una hilera de alisos (en catalán, verns) nos recuerda la especie que da nombre al barrio.
Accedemos a la parroquia de Sant Martí por el lado del parque que da a la calle Agricultura, después de dejar atrás una plaza con naranjos. La iglesia, del siglo XVI, atestigua el pasado del barrio y, con ella, las tres masías que todavía se conservan: Ca l'Arnó, Can Planes y Can Cadena. Esta última es propiedad municipal e incluye un huerto urbano donde se organizan toda clase de actividades de educación ambiental.