Parc de l'Espanya Industrial
En el Parque de l'Espanya Industrial podremos encontrar, entre otros, la escultura gigante de un dragón (a la vez tobogán para los más pequeños), zonas de césped y árboles mediterráneos, y campos de deporte. Se trata del lugar ideal para un picnic en familia tranquilo y lejos del ruido urbano.
El terreno donde hoy se encuentra este parque fue hasta bien entrado el siglo XX una gran fábrica textil llamada La España Industrial. La existencia hoy del parque es una muestra de la fuerza que tuvo el movimiento vecinal en los años 70, dado que los propietarios de la fábrica, una vez trasladada, querían aprovechar los terrenos para la construcción de viviendas. El Ayuntamiento dio luz verde a la utilización pública del solar como equipamiento para el barrio y en 1985 se inauguraba el Parque de l'Espanya Industrial, obra del arquitecto vasco Luis Peña Ganchegui.
Dos años más tarde se completaba con el inmenso Dragón de metal, de 32 metros de ancho y 12 de alto, ideado por un escultor también vasco, Andrés Nagel. Para el parque se recuperaron de los almacenes municipales diversas esculturas creadas para la Exposición Internacional de 1929, como el Neptuno de Manuel Fuxà, la Venus de José Pérez Peresejo, o los Toros de la Abundancia, de Antoni Alsina. Las nueve torres de luz, situadas sobre la gradería blanca que lleva hacia el agua, dan al parque su aire característico. Si nos acercamos al canal, podremos encontrar ejemplares de garza real, porrón moñudo, porrón europeo o pato colorado.