Mistos, (Cerillas), Claes Oldenburg
Recortadas en el cielo barcelonés, unas cuantas cerillas de colores surgen de un envoltorio gigante. Una de ellas se consume, mostrando un color azulado. Los otros están desperdigados por el suelo. Situados frente al Pabellón de la República, forman parte de las imágenes barcelonesas más populares.
Un objeto cotidiano tan habitual como la cerilla fue la escogida por el artista sueco Claes Oldenburg para materializar la escultura que se le encargó en la época olímpica. De tamaño desproporcionado, estas “cerillas” surgen desordenadamente de una caja y alcanzan los 22 metros de altura. El artista pop juega con el tamaño de un objeto tan insignificante como la cerilla y la eleva a una categoría mayúscula. De colores rojos y amarillos, parece que hayan saltado de su caja, e incluso algunos quedan desperdigados por el suelo. Hay uno que todavía se consume mediante una llama azulada.
La escultura, de metal policromado y cemento, se construyó en 1992 para decorar la que fue zona olímpica de la Vall d'Hebrón durante los Juegos de Barcelona. Se trata de un monumento atractivo y divertido que encaja muy bien en un entorno que, hasta los Juegos Olímpicos, había permanecido aislado y algo olvidado, y que se reconstruyó para la ocasión. El conjunto, dotado de gran dinamismo, da carácter a la zona y se vincula totalmente a la estética pop; un estilo que bebe del mundo del cómic y de la publicidad. Sin duda, estas "cerillas" no pasan desapercibidas para nadie.