Decálogo de la visita responsable

1. Planifica tu estancia. Busca fuentes de información oficiales y actualizadas para disfrutar de tu viaje. La ciudad dispone de puntos de información oficiales para ayudarte en la organización.

2. Conoce nuestra historia, costumbres y tradiciones. Relaciónate con las personas residentes y aprende una cultura diferente.

3. Cuida, respeta y admira el patrimonio. Respeta las normas de cada equipamiento. Cada espacio es único, hay que cuidarlo y evitar impactos negativos, para que todos puedan disfrutarlo.

4. Descubre la ciudad a pie, en transporte público o en bicicleta. Barcelona dispone de una red integrada de transporte público con vehículos eléctricos e híbridos, para que te puedas mover por toda la ciudad sin necesidad de utilizar el transporte privado. También dispone de más de 250 km de carriles bici para conocer la ciudad de una manera activa.

5. Barcelona te cuida, cuídala tú también. Disfruta de una visita satisfactoria en armonía con la ciudadanía. Respeta las normas de convivencia, el descanso de los vecinos y las vecinas y contribuye a conservar el espacio público.

6. Elige servicios sostenibles. Barcelona está reconocida como un destino turístico responsable Biosphere. Escoge empresas y servicios turísticos que disponen de esta certificación y que apuestan por una gestión responsable con el medio ambiente, la cultura y el retorno social y económico.

7. Impulsa la economía. Visita las Unique Shops, tiendas donde comprar producto local, artesano y de diseñadores con identidad propia.

8. Descubre los sabores locales. Experimenta y conoce la gastronomía más típica del territorio y déjate rodear por los productos de proximidad que te permitirán conocer la ciudad a través de los cinco sentidos.

9. Haz un buen uso de los recursos naturales. Contribuye a conservar los espacios naturales y el hábitat. El agua es un bien escaso, no la malgastes.

10. Minimiza la generación de residuos, el plástico de un solo uso y el consumo de papel. Procura reciclar en los contenedores específicos situados en la calle. Evita el plástico de un solo uso: el agua de las fuentes de Barcelona es potable, si llevas tu botella, podrás rellenarla siempre que lo necesites.