Barcelona Skibus Alp 2500 01/12/2015
Barcelona es una ciudad de contrastes. No es demasiado grande en comparación con otras capitales pero es muy dinámica e internacional, tranquila pero a la vez muy activa. Lo tiene todo: una arquitectura hermosa, eventos culturales, mar… pero al final, fue al ver las montañas nevadas cerca de Barcelona que decidí que era la mejor ciudad del mundo.
Iniciamos nuestra excursión a las 6:30 en Gran Vía. Como era un día laborable había muchos estudiantes con esquís y tablas de snowboard esperando el autobús (de hecho había dos autobuses) que les llevaría a practicar su pasión. En 2 horas habíamos llegado a La Molina, la primera de las dos estaciones de esquí que juntamente con La Masella, reciben el nombre de Alp 2500.
Yo no tenía nada porque había venido de Moscú a estudiar a Barcelona y no se me había ocurrido esta posibilidad. No llevaba ni mi equipo ni ropa para practicar deportes de invierno. Pero eso no resultó ningún problema. Lo alquilamos todo rápidamente (hasta los guantes) a muy buen precio. Y luego subimos a la cima.
La Molina y la Masella se unen en una cima llamada la Tossa d'Alp. Si quieres ir a otra estación sólo tienes que tomar el telecabina y subir a esta cima. Allí podrás elegir por qué estación quieres descender. Ambas estaciones cuentan con numerosas pistas de distinta dificultad que las hacen ideales tanto para principiantes como para profesionales. Me encantó el hecho de que algunas de las pistas (el 80% en la Masella) cruzan el bosque. De este modo quedan resguardadas del viento y son muy bonitas. La única pega que debo mencionar es que Alp 2500 no tiene ninguna pista de freeski, algo muy importante para algunos esquiadores y aficionados al snowboard. Por cierto, la nieve es de bastante buena calidad, de modo que no sientes el suelo blando pero tampoco está helado. La mayoría de los días durante la temporada hace sol.
También agradecí mucho que no hubiera demasiada gente. En algunas pistas en Francia tienes que esperar 20 o 30 minutos para tomar el telesilla pero aquí todo es más rápido y agradable – realmente te sientes libre sobre los esquís, sin miedo a que alguien choque contra ti.Cuando dejas los esquíes tienes varias opciones para el après ski. Puedes elegir entre recuperar las calorías perdidas con platos tradicionales de cocina catalana en un restaurante o ir a tomar algo para relajarte tras un día duro y emocionante.
A las 16:00 sale el bus de regreso a Barcelona. En 2 horas puedes estar en la playa disfrutando de la puesta de sol. Puedes tocar nieve por la mañana y darte un chapuzón al atardecer. Increíble, ¿verdad? Estos contrastes hacen que la vida sea muy variada y emocionante. ¡Explora todo lo que te rodea y vive cada día plenamente!
- Por Maria Khodykina -
Editora de TVOI GOROD