¡Cultura y gastronomía en Barcelona para todos los gustos!
Barcelona es la ciudad de las mil caras: histórica, contemporánea, cosmopolita, mediterránea, moderna y luminosa. Una amalgama de diferentes aspectos y sensaciones que hacen de la Ciudad Condal un destino imprescindible para cualquier época del año. Y si tuviéramos que escoger dos motivos por los que Barcelona debería estar entre tus planes, el arte y la gastronomía serían los primeros.
Una dosis de cultura para empezar el día
Los museos y las galerías de arte de Barcelona son centros dinámicos que conectan pasado y presente, promueven nuevos talentos y se han convertido en centros de actividades culturales para todos los públicos.
Si vienes a pasar unos días a Barcelona, debes saber que hay una serie de museos que son de obligada visita: ya sea porque exponen la obra de genios universales como el Museu Picasso, la Fundació Joan Miró o la Fundació Antoni Tàpies; por el recorrido que hacen por los 2.000 años de historia del arte, como el Museu Nacional d'Art de Catalunya o el MUHBA-Museu d'Història de Barcelona; o bien por la aproximación que hacen al arte contemporáneo, como el MACBA, el CCCB, el Museu del Disseny, el CaixaForum o el MEAM-Museu Europeu d'Art Modern. También puedes dejarte perder por el museo más verde de la ciudad, el Jardín Botánico, con más de mil especies de todo el mundo; o por el Reial Monestir de Santa Maria de Pedralbes, el conjunto de monumentos de estilo gótico donde podrás disfrutar de una estancia de silencio y tranquilidad.
Las galerías de arte también son una opción a tener en cuenta si deseas regalarte una buena dosis de cultura. Gracias a ellas podrás hacer un recorrido por el mundo del arte y los artistas de todos los tiempos, saboreando lo mejor de cada estilo. Del Àmbit Galeria d'Art al Atelier o la A34, todas ellas son parte imprescindible del desarrollo y posterior consolidación del sector cultural en la ciudad.
Si quieres exprimir al máximo tu visita a la ciudad y disfrutar de todo el arte de Barcelona, puedes hacerlo de la forma más cómoda: por un lado, puedes optar por el Articket, con el que descubrirás la obra de los genios del arte del siglo XX y harás un recorrido por mil años de creatividad, a través de la mejor colección de pinturas murales románicas, las obras más representativas del modernismo y el arte más contemporáneo. Todo ello, ¡con una sola entrada y consiguiendo un gran ahorro! Si quieres más, también puedes optar por la Barcelona Card, con la que, además de visitar los museos, también podrás hacer otras actividades culturales y de ocio y, además, viajar con el transporte público de forma gratuita.
Barcelona, ciudad de sabores e historia
Tras la visita cultural, ¿te imaginas una buena comida en un edificio singular? ¿O una cena sorprendente en un restaurante con historia? En Barcelona podrás combinar la mejor gastronomía con la arquitectura más emblemática. Todo en uno: un auténtico placer para tus sentidos.
Y es que son varios los restaurantes con historia y en edificios emblemáticos de Barcelona donde podrás deleitar tu paladar mientras te dejas llevar por la magia de sus diseños arquitectónicos: por ejemplo, si eres amante del modernismo, el 1902 Cafè Modernista te fascinará y te sorprenderá. Por un lado, por su ubicación, ya que se encuentra en un espacio único de gran valor patrimonial y artístico, como es el Recinto Modernista de Sant Pau, obra del arquitecto Lluís Domènech i Montaner y declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Por otro, por la apuesta que hace su cocina para la recuperación de las recetas catalanas que poco a poco han ido desapareciendo.
¿Que quieres adentrarte en los pasillos de un antiguo castillo del siglo XI, restaurado como masía y rodeado por jardines? Pues el restaurante Can Cortada es el que estás buscando. Con más de 900 años de historia, esta masía forma parte del patrimonio artístico de la ciudad, y ofrece una cocina tradicional catalana de raíces mediterráneas.
Otro de los restaurantes que ha pasado a formar parte de la historia de la ciudad y que se ha convertido en todo un referente es el 7 Portes. Fundado en 1836, hoy en día está considerado como uno de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad y presenta una oferta de especialidades tradicionales, con una cocina basada en los productos del país y apuestas innovadoras con platos de temporada.
Evidentemente, si hablamos de restaurantes emblemáticos no podemos dejar de mencionar el 4 Gats, posiblemente uno de los locales modernistas de la ciudad por donde han pasado más figuras destacadas de la cultura. Artistas como Rubén Darío, Santiago Rusiñol, Pablo Picasso (quien hizo aquí su primera exposición) o incluso Gaudí se han sentado en las mesas de este restaurante, que durante un buen tiempo sirvió como punto de encuentro los intelectuales y artistas bohemios de finales de siglo XIX. ¿Sabías que se encuentra en los bajos de la Casa Martí, previamente diseñada por Puig i Cadafalch.
Y siguiendo con la inspiración modernista, otro restaurante a tener en cuenta es el Fonda España, el excelente restaurante del Hotel España dirigido en la actualidad por Martín Berasategui y que a principios del siglo XX también fue reformado por Domènech i Montaner. Su maravillosa decoración te transportará directamente al pasado mientras que su oferta gastronómica, basada en la cocina más tradicional de la tierra, te hará la boca agua.
Ahora, si buscas uno de esos locales de los de toda la vida, Can Ramonet es la mejor opción, con una cocina basada en pescados y mariscos frescos y productos autóctonos de montaña y de temporada, que sabe mirar al futuro sin olvidarse del pasado. La alegría que se respira y la buena comida que sirven son razones suficientes para venir a hacer una comida.
Finalmente, si paseas por el Barri Gòtic, podrás encontrar la antigua taberna Agüelo 013, ubicada en una finca de 1850 propiedad del conde de Fonollar, marqués de Palmerola. Decimos antigua porque, en la actualidad, lo que era punto de encuentro de estudiantes universitarios se ha acabado convirtiendo en un restaurante, ideal para todo tipo de comidas y cenas, catas de vinos, talleres de gastronomía y actos sociales. Lo que se mantiene intocable es una de sus paredes, parte de la muralla romana de Barcelona, y su techo abovedado, que dan al local un toque histórico muy especial.
¡No esperes más y ven a probar todos los sabores, históricos y gastronómicos, de una ciudad que te apasionará!